El silencio se rompe como tus olas
las montañas te descubren los laberintos
y la niebla te va cubriendo las cicatrices
te salen como santos, hongos
y en tu jardín, valle sagrado
más allá de donde está tu selva
peregrinan la hormigas sin fe
buscando cocos, café y alivio
Tus tormentas deshacen camas
tus cascadas caen por adentro
y tu cintura hecha istmo
me aprieta la orilla y se rebela
Hay tantos vacíos que llevan tu nombre
y todos terminan en tu costa
entre tu playa y mi olvido,
con un machete por corazón.
Tu vegetación te afila,
tus noches van tirando aceite
y este camino infierno del paraíso
lo marcan tus ríos
Pericón para el alma y para pintar los sueños de amarillo.
Uno llega a ti para encontrarse y una y otra vez se pierde
(buscando alimentos entre los bosques para sanar las almas )
Soy la sombra sobre tu sombra
El sol entre los cerros que va saliendo
cada vez más tarde porque la hora de dios
no engaña ni perdona ni se marchita
Eres una amenaza irresistible y divina.
me seducen tus filos y tus crestas
las nubes se vuelven mi horizonte
y eres la arena barredora de pasiones
que no tienen principio ni fin
Orquídea, helecho
un cocodrilo en tu armario
Y yo, que me ahogo de tus letras
y entre el humo de tus manos
Tú a lo tuyo y yo contigo a lo mío
que venga la temporada de lluvias y que se caiga
la carretera que lleva al centro de mi corazón